En los últimos años, la industria de la seguridad privada en Chile ha experimentado un crecimiento sostenido, ya que las empresas enfocadas en seguridad han aumentado en un 350% entre 2013 y 2023, pasando de 1.256 a más de 5.600 compañías, según cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
Esta expansión también se refleja en el impacto económico. Un estudio de Clapes UC revela que el gasto privado en seguridad —que incluye alarmas, monitoreo, transporte de valores y servicios de guardias— pasó de representar el 0,2% del PIB en 2013-2014 al 0,9% en 2022. En tanto, la industria generó una facturación superior a los dos mil millones de dólares 2024, según la Asociación de Empresas de Seguridad Privada (ASEVA).
Javier Bustos, Business Manager Seguridad de ManpowerGroup Chile, explica cómo deben ser los perfiles ideales para las personas que deseen trabajar en este rubro y en que deben enfocarse las empresas a la hora de contratar, en este negocio que crece anualmente en nuestro país.
“En el rubro de la seguridad, las empresas deben tener planes de formación que cumplan con las obligaciones de certificación y reentrenamiento del personal de seguridad, así como priorizar perfiles con experiencia en manejo de situaciones críticas y habilidades blandas como la resolución de conflictos. Además, es clave promover condiciones laborales formales, capacitaciones constantes y generar el uso de tecnologías en las distintas funciones del personal para asegurar un servicio profesional y confiable”, afirma.
La mayor parte de las empresas tercerizadas ofrecen vigilancia física, control de accesos, monitoreo por CCTV y rondas móviles, y ya suman más de 300 mil trabajadores formales en todo el país. Aunque el 91% corresponde a micro y pequeñas empresas, las grandes compañías —que representan apenas un 2% del total— concentran más de la mitad de las ventas anuales del sector.